Elizeth Jasmin Quispe Arana 2 A
Afrontando la convivencia: ¿familias en crisis?
La crisis del coronavirus supone una crisis accidental o inesperada para las familias. Su afrontamiento, requiere, por tanto, de la adaptación de todos y cada uno de sus miembros a la situación, cuyas reglas principales de acción vienen determinadas por el sistema familiar en su conjunto, así como por el contexto social y cultural al que pertenece. Otras reglas, forzosas, como el confinamiento y la imposibilidad de contacto social, de asistencia a clases, o de interrupción de la actividad laboral y de cambios en el modelo de enseñanza y trabajo, vienen determinadas o impuestas por los poderes fácticos, superiores al sistema familiar. El afrontamiento de las crisis inesperadas conlleva un estado inicial de shock, o de negación, en algunas personas. También, es frecuente que aparezcan comportamientos dirigidos a cambiar el estado, a través de pensamientos y acciones de rechazo o de resistencia. Estas dos formas de afrontamiento suponen un primer reto a trabajar en familia, a través de la comunicación, señalando positivamente las acciones o pensamientos que consideramos inadecuados. 6 Una vez superadas la negación y la resistencia, surge la oportunidad para el cambio, a través de la negociación o gestión de la crisis familiar. Esta etapa, requiere la puesta en práctica de ideas y comportamientos positivos de gestión, los cuales de manera natural conducen a la adaptación del sistema familiar a la crisis. Incluiríamos aquí la organización de tareas, la mejora en la comunicación, la prevención de situaciones de conflicto familiar, etc. En familias con hijos, es importante la actitud positiva de los padres, manteniendo las premisas de disciplina y afecto. Por último, entender la crisis como una oportunidad para el crecimiento familiar, es un reto a lograr para la superación de esta crisis. Compartir tiempo en familia, tener la oportunidad de cuidar a otros, conocerse mejor… podrán ser consecuencias positivas, logros y oportunidades para el crecimiento de las familias, ante el momento presente.
La organización de tareas en la familia La permanencia indefinida y forzosa en el hogar, conlleva que muchas familias se sientan desbordadas por el exceso de tareas. De manera abrupta, aparecen cambios organizativos que implican la multiplicación de algunas tareas, la inclusión de otras nuevas y la atención simultánea a diferentes obligaciones en la familia y en el hogar. La escasez de tiempo y las dificultades de concentración son frecuentes ante el desbordamiento provocado por el teletrabajo de uno o varios miembros de la familia (a veces solo con un dispositivo electrónico en el hogar), el cuidado de los hijos, la realización de tareas escolares, la limpieza del hogar, la preparación de comidas, etc. El uso de los espacios se convierte igualmente en un reto de adaptación por parte de las familias, que ven convertidos sus 7 comedores y cocinas en improvisados despachos y aulas escolares. Ante esto, es normal sentir preocupación, ansiedad y estrés, debido a la desorganización y a la falta de control. Para evitarlo, proponemos los siguientes consejos: • Dedica tiempo a pensar cómo se va a organizar la familia: por ejemplo, realizar pequeñas reuniones familiares para la planificación del día. • Establece prioridades: decide qué cosas se deben hacer y qué cosas pueden esperar; deja las tareas que no son realmente necesarias para la parte inferior de la lista de prioridades o eliminarlas por completo. • Mantén rutinas diarias saludables: horarios de sueño, alimentación, tiempo para el trabajo, tiempo para la realización de las tareas escolares, tiempo de ocio, etc. • Trabajad en las tareas del hogar juntos/as: esto ofrece tiempo a la familia para comunicarse. Otra opción es distribuir las tareas del hogar entre los distintos miembros de la familia para que la carga sea más liviana (intentar distribuir las tareas en función de lo que pueda motivar a cada persona y considerando las posibilidades de cada uno). Si la situación te lleva a estar solo en casa, organiza las tareas por días o por momentos del día. • Descansa durante periodos regulares de tiempo: un periodo de descanso durante el día, después de un esfuerzo ya sea físico o mental te ayudará a liberar tensión. Busca realmente algo que te aporte relajación: hobbies, actividades lúdicas, practicar ejercicio, propiciar momentos agradables en el día. 8 • Reconoce tus límites y sé realista: no te propongas actividades que no puedas cumplir, rebaja tu nivel de exigencia.
La crisis del coronavirus supone una crisis accidental o inesperada para las familias. Su afrontamiento, requiere, por tanto, de la adaptación de todos y cada uno de sus miembros a la situación, cuyas reglas principales de acción vienen determinadas por el sistema familiar en su conjunto, así como por el contexto social y cultural al que pertenece. Otras reglas, forzosas, como el confinamiento y la imposibilidad de contacto social, de asistencia a clases, o de interrupción de la actividad laboral y de cambios en el modelo de enseñanza y trabajo, vienen determinadas o impuestas por los poderes fácticos, superiores al sistema familiar. El afrontamiento de las crisis inesperadas conlleva un estado inicial de shock, o de negación, en algunas personas. También, es frecuente que aparezcan comportamientos dirigidos a cambiar el estado, a través de pensamientos y acciones de rechazo o de resistencia. Estas dos formas de afrontamiento suponen un primer reto a trabajar en familia, a través de la comunicación, señalando positivamente las acciones o pensamientos que consideramos inadecuados. 6 Una vez superadas la negación y la resistencia, surge la oportunidad para el cambio, a través de la negociación o gestión de la crisis familiar. Esta etapa, requiere la puesta en práctica de ideas y comportamientos positivos de gestión, los cuales de manera natural conducen a la adaptación del sistema familiar a la crisis. Incluiríamos aquí la organización de tareas, la mejora en la comunicación, la prevención de situaciones de conflicto familiar, etc. En familias con hijos, es importante la actitud positiva de los padres, manteniendo las premisas de disciplina y afecto. Por último, entender la crisis como una oportunidad para el crecimiento familiar, es un reto a lograr para la superación de esta crisis. Compartir tiempo en familia, tener la oportunidad de cuidar a otros, conocerse mejor… podrán ser consecuencias positivas, logros y oportunidades para el crecimiento de las familias, ante el momento presente.
La organización de tareas en la familia La permanencia indefinida y forzosa en el hogar, conlleva que muchas familias se sientan desbordadas por el exceso de tareas. De manera abrupta, aparecen cambios organizativos que implican la multiplicación de algunas tareas, la inclusión de otras nuevas y la atención simultánea a diferentes obligaciones en la familia y en el hogar. La escasez de tiempo y las dificultades de concentración son frecuentes ante el desbordamiento provocado por el teletrabajo de uno o varios miembros de la familia (a veces solo con un dispositivo electrónico en el hogar), el cuidado de los hijos, la realización de tareas escolares, la limpieza del hogar, la preparación de comidas, etc. El uso de los espacios se convierte igualmente en un reto de adaptación por parte de las familias, que ven convertidos sus 7 comedores y cocinas en improvisados despachos y aulas escolares. Ante esto, es normal sentir preocupación, ansiedad y estrés, debido a la desorganización y a la falta de control. Para evitarlo, proponemos los siguientes consejos: • Dedica tiempo a pensar cómo se va a organizar la familia: por ejemplo, realizar pequeñas reuniones familiares para la planificación del día. • Establece prioridades: decide qué cosas se deben hacer y qué cosas pueden esperar; deja las tareas que no son realmente necesarias para la parte inferior de la lista de prioridades o eliminarlas por completo. • Mantén rutinas diarias saludables: horarios de sueño, alimentación, tiempo para el trabajo, tiempo para la realización de las tareas escolares, tiempo de ocio, etc. • Trabajad en las tareas del hogar juntos/as: esto ofrece tiempo a la familia para comunicarse. Otra opción es distribuir las tareas del hogar entre los distintos miembros de la familia para que la carga sea más liviana (intentar distribuir las tareas en función de lo que pueda motivar a cada persona y considerando las posibilidades de cada uno). Si la situación te lleva a estar solo en casa, organiza las tareas por días o por momentos del día. • Descansa durante periodos regulares de tiempo: un periodo de descanso durante el día, después de un esfuerzo ya sea físico o mental te ayudará a liberar tensión. Busca realmente algo que te aporte relajación: hobbies, actividades lúdicas, practicar ejercicio, propiciar momentos agradables en el día. 8 • Reconoce tus límites y sé realista: no te propongas actividades que no puedas cumplir, rebaja tu nivel de exigencia.
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